Todas buscamos lucir una piel limpia y cuidada. Hacemos uso de cualquier producto que nos ayude a lograrlo. Al no saber acerca de cuál crema utilizar, pensamos que las “cremas de noche” nos ayudarán para lograr más rápido nuestro deseo, así que algunas personas las utilizan durante el día, y llegan a nunca utilizar la “crema de día” en su rutina.

En su mayoría es porque no somos conscientes de los beneficios de cada una de ellas, por eso te explicamos un poco, sus beneficios y sus diferencias.

CREMA DE DÍA

Suelen tener una textura ligera. Están hechas para tener un alto poder hidratante para suavizar nuestra piel, dejándola fresca.  Además de que en su formula están especialmente preparadas para defender nuestra piel de la contaminación, los rayos Ultra Violeta y hasta del estrés.

Sus beneficios: Protección, luminosidad, rejuvenecimiento e hidratación.

Usualmente están hechas con ingredientes como: ácido hialurónico, vitaminas C y E, glicerina, resveratrol y urea.

CREMA DE NOCHE

La regeneración celular de nuestra piel durante la noche es de ocho horas. Aunque se dice, desde la medianoche a las dos de la madrugada, es cuándo se tiende a tener mayor proceso de regeneración. Quiere decir que, durante el descanso nuestra piel se está restaurando de todo el daño que adquirimos a lo largo del día, al igual que producimos colágeno a lo largo de este período. En nuestro descanso, no hacemos movimientos de rostro por lo que es recomendable utilizar tratamientos que disminuyen las arrugas.

Sus beneficios: Restauración de la piel, retraso del envejecimiento y reafirmación.

Usualmente están hechas de: ácidos para acelerar la regeneración de la piel, retinol, glicólico. Aminoácidos y ferúlico.

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